Muchas empresas mejoran su gestión ambiental aplicando la “mejor práctica ambiental” o “Best Environmental Management Practice”. Implica trabajar para hacer sus procesos más eficientes, alineados con la economía circular y la Responsabilidad Social. Ayuda a utilizar herramientas como el ecodiseño, ecoetiquetas o declaraciones ambientales de producto.
La mejor práctica ambiental es una herramienta que permite detectar nuevas formas de incidir y aprender del intercambio de experiencias en la gestión ambiental. Ayudan a lograr la mejora continua ambiental.
Para ayudar a trabajar en ésta línea, el Joint Research Centre de la UE (JRC) identifica, evalúa y documenta las mejores prácticas de gestión ambiental (BEMP). Las BEMP son para diferentes sectores, en estrecha colaboración con las empresas. Estudia técnicas, medidas o acciones a implantar en términos de rendimiento ambiental en cada una de las áreas. Tiene en cuenta la eficiencia energética y en el uso de los recursos, la reducción de residuos, las emisiones, pero también la gestión de la cadena de suministro.
Mejor práctica ambiental: BEMP
La elaboración de los Documentos de Referencia Sectorial (SRD) deriva de la implementación del Reglamento EMAS (Sistema de Ecogestión y Auditoria Ambiental). Éstos documentos pueden servir a cualquier organización que quiera reducir su impacto ambiental, tengan o no certificado ISO 14001 o EMAS.
Son una buena herramienta para ayudar a la mejora continua ambiental que requiere tanto la verificación EMAS como el certificado ISO 14001 de gestión ambiental. Además, hemos de tener en cuenta que a veces, aplicar la mejor práctica ambiental es un requisito de la licencia ambiental.