La Economía Social (ES) puede definirse como un conjunto de prácticas que buscan un modo diferente y solidario de hacer economía. Implica cambiar las formas de producción, de distribución y consumo de los bienes y servicios, pensando en la posibilidad real de lograr la transformación social a través de la actividad económica. Así, la economía social pone delante a las personas, fomenta la participación, la igualdad y el respeto al medioambiente.
Implicarse a la economía social puede ayudar a fidelizar a los clientes, personal o ganar reputación de su organización. El impulso a la Economía Social genera un tejido económico inclusivo y sostenible.
Fundamentos de la Economía Social
Se trata de la parte de la economía que se guía por los siguientes fundamentos:
- Anteponer a las personas frente al beneficio económico a partir de herramientas como ecoetiquetas, productos de proximidad o Km0. Facilitan el consumo responsable o un plan estratégico y plan de negocio que lo tengan en cuenta.
- Garantizar una participación democrática en la toma de decisiones, a través del Comité de Ética o de herramientas participativas de normas. Lo facilitan las cooperativas, sociedades laborales o el EFQM.
- fomentar la responsabilidad social, el desarrollo a escala local o el respeto medioambiental a partir de la gestión ambiental o la implantación de la economía circular. Para lograrlo, pueden servir de ayuda normas como IQNet SR10, Forética SGE21, memoria GRI o auditoría SMETA 2 o 4 pilares, Ecovadis o BCorp.
- poner en práctica valores como la equidad o la solidaridad mutua a partir de herramientas como el código de conducta, el fomento de igualdad de género a través de un plan de igualdad o una gestión del Corporate Compliance siguiendo los requisitos de la norma ISO 19600.
Cualquier organización puede implicarse a la economía social. El compromiso se puede integrar fácilmente en un sistema de gestión según ISO 9001, ISO 14001 o ISO 45001. Contacta con nosotros sin compromiso y te ayudaremos a lograrlo.