Comunicación del riesgo

Comunicación del riesgo en tiempos de crisis COVID-19

Gestión del riesgo

La gestión del riesgo forma parte del día a día desde que la pandemia provocada por el COVID-19 sumergió a las empresas en un mar de incertidumbre. Es fundamental garantizar la continuidad del negocio, replanificando nuestra estrategia en un contexto cambiante. Para ello debemos conocer nuestra empresa y sus recursos. Si no hay una buena comunicación del riesgo, de nada sirve todo lo anterior.

Entendemos que la comunicación de la gestión del riesgo se debe integrar en el certificado ISO 9001 de calidad o certificado ISO 45001, certificado de Responsabilidad Social, o equivalentes.

Comunicación y gestión del riesgo con la ISO 31000

La norma sobre la gestión de riesgos corporativos es de gran ayuda para afrontar una crisis sanitarias como la del COVID-19. La norma indica que la comunicación es la mejor forma de que las diferentes partes interesadas entiendan los riesgos, el fundamento de las decisiones que se han tomado, y el motivo de las acciones que vayan a llevarse a cabo y que son necesarias.

Por lo tanto, no identifica la comunicación del riesgo como una obligación, sino como una información relevante que ayudará a mejorar nuestro comportamiento y modificar nuestras acciones, optimizando además, las decisiones que vayan a tomarse. Por ello, que en esta época de incertidumbre generada por el COVID-19, la ISO 31000 es una herramienta que pasa de interesante a necesaria.

Hay algunas cuestiones que nos ayudarán en este proceso de comunicación y gestión del riesgo, como por ejemplo las siguientes:

  • ¿Cuál será el impacto que tendrá el confinamiento frente a la imposibilidad de acceder al centro de trabajo?
  • Se confirma un caso de coronavirus entre los empleados, y ha estado trabajando en el centro las últimas dos semanas anteriores al confinamiento, ¿qué hacemos?
  • ¿Cómo se verá afectada nuestra cadena de suministro debido al bloqueo del resto de países?
  • La variación del precio del dólar, ¿qué impacto tendrá sobre nuestras finanzas?
  • ¿Tenemos un Plan de Contingencia?
  • ¿Tenemos recursos para afrontar el teletrabajo?

Si nos planteamos estas cuestiones y tomamos medidas mediante la correcta comunicación y gestión del riesgo, estamos un paso más cerca de garantizar la supervivencia de nuestra organización.

Cómo abordar la comunicación y gestión del riesgo

La comunicación y gestión del riesgo debe seguir los principios que establece la norma ISO 31000, porque nos da la mejor información posible y ofrece dinamismo en la forma de respuesta al incorporar las buenas prácticas y principios que nos permitirá reaccionar con mayor rapidez y fluidez frente a cualquier elemento disruptivo que amenace la continuidad de nuestro negocio.

Por ello, la comunicación es fundamental, ya que ayuda a entendernos y alinearnos todos dentro del mismo contexto. Obtendremos feedback que permite verificar si la planificación surge efecto o deben ser modificadas determinadas acciones.

Una buena comunicación permite abordar mejor los riesgos. Todo el personal será consciente de que no se trata sólo de un tema de salud pública, sino de la supervivencia de la organización.